UNIÓN DE CLASIFICADORES DE RESIDUOS URBANOS SÓLIDOS A LA OPINIÓN PÚBLICA EN GENERAL, A LA CLASE OBRERA EN PARTICULAR
De cara ya a este 1ero. de Mayo, nuestro sindicato hace la denuncia más dura de su breve historia, 12 años desde su pre-fundación en 2002, en tanto que la conjunción de poderes públicos, en primer término la Intendencia de Montevideo, asistida por una vario pinta de la Junta Departamental, nos condenan a la extinción de nuestra fuente de trabajo.
La Intendenta Ana Olivera, la que dos días después de ser electa, declaro públicamente que no privatizaría la basura, a través del Decreto 34.205, basándose en una división anterior de los residuos en domiciliarios y no domiciliarios, para estos últimos los más ricos y concentrados, desde el 31 de diciembre pasado no pueden ser más recogidos por nuestros carros a caballo. Y de las opciones alternativas, la que se aplica como hecho consumado, es que los grandes depositeros, los que blanquean nuestro trabajo en negro, que son quienes tienen los medios económicos para comprar los camiones, que “debidamente autorizados” se han quedado con nuestros levantes. Volvemos a repetirlo, tal como miembros destacados de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente del PIT-CNT lo han calificado: es una privatización encubierta. No porque nuestro trabajo sea público, sino por que somos la pata histórica en los modestísimos levantes individuales que hacemos, quienes reintroducimos en la cadena productiva, la materia prima extraída de la basura, previa clasificación. Y el cambio no ha sido para favorecer a los más desprotegidos, sino a la inversa.
Plantas por Ley de Envases
Con mediana pompa, se ha inaugurado una primer planta de clasificación de residuos, producto de la Ley de Envases, La Paloma, y se inauguraría otra en Cno. Géminis, en el día de hoy, con una tardanza de 7 años, entre ley, reglamentación y su aplicación en Montevideo, para ubicar 72 clasificadores, de un total de 128, cuando estén funcionando las dos restantes. Y somos ya casi 8mil quinientos los registrados por la Intendencia para poder trabajar.
Si a esta distancia entre quienes se les saca de la informalidad, para cambiarlos a una formalidad digna, (¿digna con salarios promedio de 7 mil y pico de pesos?), con respecto a los que en realidad somos, (apelamos al registro, ya que no existe censo obligatorio), se le agrega el fracaso de la política de reconversión laboral organizada por la I.M. para pasar a la construcción a los hombres, y a fábricas de pasta para las compañeras, que no llega a las 50 personas, se va conformando la idea acerca de la real situación en que nos encontramos
La basura en torno a los contenedores
Dentro de sus funciones naturales la Intendencia a través de sus cuerpos inspectivos, registra las infracciones que cometamos para corregirlas. Frente al desborde de la basura fuera del contenedor, hicimos las denuncias públicas, señalando que el clasificador formado como tal, no comete esas irregularidades. Lo dijimos con otras palabras, hasta en volantes callejeros: “nadie defeca donde come”. Y más allá de algún irregular, la “operación” de la mugre en torno, se corresponde con quienes especulan con la privatización abierta de la basura. Los medios de prensa de mayor importancia, apuntan directa o en forma más solapada, a endosárselo a los clasificadores. En reunión de trabajo con la Sra. Intendenta, denunciamos la existencia de una mafia.
Los hechos: los cuerpos inspectivos siguieron operando, incluso con protección policial, pero jamás apareció un infractor. Y naturalmente desde la División Limpieza, se terminó agregando ágiles camionetas para limpiar en torno a los contenedores, para que Montevideo dejara de ser un basurero. Pero el juicio público alimentado por la prensa interesada, quedó anclado en nosotros.
Los contenedores cerrados o antivandálicos.
Estaba todo preparado. Se hizo una inversión acorde con el objetivo. Si la basura rebosaba, es porque podía salir del contenedor. En los cerrados o antivandálicos está a cubierto, al precio de más de 9 millones de dólares. La basura entra pero no sale, salvo cuando la levanta coletos especialmente diseñados. Su colocación en la mayor parte de la capital, prácticamente en toda la zona de mayor densidad poblacional, está apenas detenida, no por razones físicas, sino por el período preelectoral, que aconseja “mesura“ política.
Vale decir: siempre con la política de hechos consumados, en tanto que la división en cuanto a la característica de los residuos ya está “resuelta”, se pasa a los antivandálicos, eliminando el levante callejero de los residuos domiciliarios. La Intendencia, y si no logramos la revisión de la operativa por la Junta Departamental, en base a las corrientes partidarias que dentro de ella declaran resistir a esta línea política, han declarado la guerra a los clasificadores.
Y no decimos guerra porque la hayamos resuelto nosotros: el poder público “pacífico” y “civilizado” en base a “una” de las dos bibliotecas, acerca de la interpretación de los derechos constitucionales, nos impide ganarnos honestamente la vida, en base a un nicho laboral que la sociedad no nos daba y que nosotros lo conquistamos. Pero no un nicho cualquiera, sino uno que indiscutiblemente, desde los puntos de vista ambiental, económico, laboral y social, beneficia a la sociedad.
¿A dónde va esta política?
Los clasificadores organizados en la UCRUS, hemos demostrado públicamente que el uso legítimo de los medios constitucionales para la defensa de derechos básicos, no ha permitido jamás que se nos acuse de vándalos… camino al calificativo más mortífero acuñado hoy mundialmente:
t e r r o r i s t a s.
No estamos dramatizando, pero la respuesta más inmediata de cualquier compañero si finalmente se instalan los antivandálicos, no será ya el de las marchas que hemos hecho hasta ahora. Junto a la previsible caída del poder convocante de nuestra UCRUS, no podremos controlar la desesperación de los compañeros. Y esto, la Intendenta que violó los principios elementales de su fuerza partidaria, la unidad de los trabajadores, al superar la derrota que sufrió un jerarca de su nivel que pretendió sacarnos de las calles de un sólo golpe (2008 ), y ella lo hizo imponiéndonos una división en los hechos, (residuos domiciliarios y no domiciliarios, y a estos a través de un calendario que fue de marzo a diciembre de 2013), conoce a la perfección lo que puede ocurrir.
No es la primera vez que se utilizan soluciones para luego desacreditarlas. En administraciones anteriores, se usaron contenedores de distinto color para separar los residuos en húmedos y secos, no para dividir a los trabajadores en el uso de sus herramientas de lucha, sino para cumplir con la consigna programática de clasificación de la basura en origen, y luego cuando el mismo colecto levantaba húmedos y secos, se derrotaba de la peor forma la nueva cultura que enamoradamente había comenzado a perfilarse en la población.
Si hoy, los antivandálicos van a encontrar una… resistencia previsible, ahora que con plantas de clasificación para l28 clasificadores (en un universo de 8 mil y pico de trabajadores,) “los actuales gobernantes municipales han demostrado su disposición a cumplir su rol progresista” y no se ha podido, al precio de haber invertido 9 millones y medio de dólares, “bien justificada estaría la solución de LA INCINERACIÓN DE LA BASURA«.
En próximo comunicado volveremos para desarrollar este tema. Pero como para implementarlo al nivel de la tecnología de Brescia (Italia) a donde fueron a investigar miembros del Congreso Nacional de Intendentes en 2012, (entre los que se encontraba la Prof. Ana 0livera) llevaría dos años en construirla, planteamos ante la clase obrera y la opinión pública en general, la solución, también a desarrollar, que la UCRUS ha conocido en la República Argentina, exitosamente llevada adelante por nuestros hermanos de la FEDERACIÓN DE CARTONEROS y la CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE LA ECONOMÍA POPULAR, consistente en manejar un complejo de camiones y colectivos que pueden coexistir con un funcionamiento de los carros actuales en un proceso de cambios. Y para finalizar…
La propuesta de Presidencia de la República
En su chacra, en la recepción del Secretariado de la UCRUS, hace ya 4 meses, se nos ofreció la posibilidad de levantar una planta de clasificación de tipo modular, es decir con posibilidades de ampliarla según el nivel de respuesta de la población a la clasificación en origen, para 250 clasificadores, que en estos momentos está en manos del Ministro de Industrias Energía y Minería, Ing. Kreimerman.
En síntesis: NO A LOS CONTENEDORES CERRADOS. NO A LA INCINERACIÓN DE LOS RESIDUOS SÍ A LAS SOLUCIONES DE LA CLASIFICACIÓN EN ORIGEN, COLECTA SELECTIVA Y PLANTAS DE CLASIFICACIÓN, QUE EN UN PROCESO, PUEDAN RESOLVER EL PROBLEMA AMBIENTAL SIN ACORRALAR A LOS TRABAJADORES QUE NOS GANAMOS LEGÍTIMAMENTE EL DERECHO A LA VIDA.