ARATIRÍ PRESENTÓ UN PLAN DE CIERRE QUE NO CIERRA
Entre agosto y setiembre últimos, Aratirí presentó a la DINAMA varias informaciones complementarias de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) con el cual ha solicitado la Autorización Ambiental Previa (AAP) que la habilitaría a comenzar las obras para la extracción de mineral de hierro a cielo abierto en la zona de Valentines.
Esas informaciones incluyen un nuevo diseño del mineroducto y la terminal portuaria en la costa de Rocha que desembocan ahora en El Palenque, de acuerdo con lo dispuesto por la ley que habilitó en esta zona un puerto de aguas profundas. Y fue agregado también una propuesta modificada del Plan de Cierre original.
Por una parte, la presentación de los informes referidos evidencia que Aratirí mantiene su proyecto y pretende obtener la autorización oficial. Por otra parte, las informaciones agregadas por la minera no difieren en lo sustancial de la propuesta inicial.
Los cráteres quedarán abiertos para ser rellenados solo por el agua de lluvia y de las napas freáticas. No se asegura la calidad del agua de las minas y las represas, que puede estar seriamente contaminada, y se acepta que será imposible en muchas áreas desarrollar en el futuro actividades agrícolas o ganaderas.
Las pilas de estériles constituidas por rocas partidas, polvo y arenilla permanecerán expuestas a la lluvia y el viento. El documento admite que luego de la actividad minera no sería posible restablecer los límites previos de los padrones afectados, que podrían haberse convertido entonces en un cráter de mina o el lago de un embalse.
Más de lo mismo:
Cráteres rellenos con agua Aratirí denomina “recuperación” al simple llenado de los pozos de las minas por el agua lluvia y de las napas freáticas. Mientras en la propuesta anterior Aratirí decía que el rellenado de los pozos llevaría unos 80 años, ahora dice que serán 43 años.
El plan de Aratirí reconoce que el agua en las minas y en las represas de relaves y de agua bruta puede estar contaminada a tal grado que no pueda ser vertida a los cursos de agua de la zona, por lo que sería enviada al océano a través del mineroducto. Sin embargo, sin mencionar fuente ni referencia técnica, la minera declara a continuación que esa situación sería “poco probable” y “acotada en el tiempo”.
El mismo plan prevé el cierre del mineroducto con lo que hace imposible a posteriori el traslado del agua contaminada de las minas. Las minas desbordarían directamente a los cursos de agua de la zona sin que el plan propuesto prevea forma alguna de evitarlo más de veinte años después de finalizada la extracción.
Con relación al drenaje ácido de las rocas, uno de los aspectos en que la Dinama requirió información adicional, Aratirí lo descarta, pero la consultora Eco Metrix de Canadá reconoció que los datos disponibles para este proyecto eran “limitados” y que los resultados no podían ser concluyentes. En el caso del embalse de relaves, una única muestra y un solo tipo de ensayo tampoco pueden ser suficientes para determinar el potencial de generación de ácidos.
Respecto de las pilas de estériles, Aratirí propone aminorar los taludes de hasta 100 metros de altura y cubrirlos parcialmente con suelos orgánicos que no explica con claridad la viabilidad agronómica ni el origen. Pero nada dice, además, del efecto sobre esas montañas de roca partida, arenilla y polvo de las lluvias que erosionarán y arrastrarán esos materiales, así como del viento que los llevará a largas distancias de la zona cuando se hayan secado.
Finalmente, Aratirí realiza una evaluación económica del plan, en el que se plantean acciones cuya finalización no está definida, asignándole un costo de poco más de 100 millones de dólares, menos del 3% de la inversión propuesta. No es posible ponerle valor al cierre cuando no se definen con precisión las tareas y su duración.
El pueblo debe decir si quiere estos proyectos.
En resumidas cuentas, el proyecto de Aratirí conserva las características que lo han hecho cuestionable por amplios sectores de la sociedad uruguaya. Nada dicen de la caída del precio del hierro por las que el negocio hoy no es rentable y solo están buscando obtener el permiso para especular financieramente a futuro.
¿Cuál puede ser la razón valedera para permitir este tipo de explotación minera en nuestro país?
Como podemos ver, las causas de la movilización para impedir que Aratirí y otros proyectos similares se instalen en Uruguay están plenamente vigentes. Desde Uruguay Libre apoyamos
las distintas formas de acción con ese fin y seguiremos recolectando firmas para promover un plebiscito nacional donde el pueblo decida si este es el desarrollo que quiere para el país.
URUGUAY LIBRE DE MEGAMINERÍA – Movimiento pro-Plebiscito Nacional